Panguipulli despide a las Hermanas Maestras de la Santa Cruz tras más de un siglo de presencia educativa
Aunque finaliza una etapa de más de un siglo de presencia educativa en el internado femenino, la Congregación de Hermanas Maestras de la Santa Cruz mantiene su misión en Panguipulli a través de sor Franziska y sor Patricia, comunidad del Hospital Padre Bernabé de Lucerna

El pasado sábado 20 de diciembre, la comunidad parroquial de Panguipulli despidió con gratitud y emoción a las religiosas María del Carmen Garrido y Ana Rosa Ceballos, Hermanas Maestras de la Santa Cruz, quienes fueron trasladadas a la localidad de Coñaripe, poniendo fin a su servicio pastoral y educativo en nuestra parroquia.
Con su partida, concluye una presencia ininterrumpida de más de cien años de la Congregación de Hermanas Maestras de la Santa Cruz en la educación de Panguipulli, particularmente en el Internado Femenino del Liceo Padre Sigisfredo, marcando el cierre de una etapa profundamente significativa para la historia local.
Las primeras hermanas de esta congregación llegaron desde Suiza a la ciudad de Río Bueno a fines de 1901, respondiendo al llamado de los Padres Capuchinos de Baviera, quienes solicitaban apoyo para la labor misionera en el sur de Chile, especialmente entre el pueblo mapuche. En 1904, las hermanas arribaron a Panguipulli para asumir la misión educativa, dando origen a una obra que marcaría generaciones.
Desde la entonces Escuela Santa Isabel, hoy Centro Educativo San Sebastián, junto al internado femenino, las Hermanas Maestras de la Santa Cruz entregaron una formación integral basada en la fe, el servicio y la promoción humana, convirtiéndose en parte esencial de la historia fundacional de la parroquia San Sebastián y del desarrollo educacional de Panguipulli.
La expansión misionera de la congregación en Chile respondió desde sus inicios a las necesidades de evangelización y educación, así como a la atención de niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Con el tiempo, y gracias a la confianza ganada por su labor, las hermanas también canalizaron ayudas y donaciones destinadas a suplir carencias médicas y sociales en sectores apartados, encarnando la espiritualidad de la Santa Cruz a lo largo del país.
Cabe destacar que en 1956 llegó a Panguipulli una segunda comunidad de Hermanas Maestras de la Santa Cruz para hacerse cargo del recién inaugurado hospital local. Esta comunidad, integrada actualmente por sor Franziska y sor Patricia, será la única presencia activa de la congregación que permanecerá en nuestra parroquia.
Durante la Eucaristía de despedida, las hermanas María Garrido y Ana Rosa Ceballos fueron las encargadas de encender la cuarta vela de la corona de Adviento, gesto cargado de simbolismo. Finalizada la Santa Misa, recibieron un galvano conmemorativo y un presente en nombre del Consejo Parroquial.
El párroco, padre Andrés Maricán, dedicó sentidas palabras de reconocimiento, mientras que desde el ambón, Gladys Berrocal, guionista y presidenta del Consejo Pastoral, leyó una emotiva alocución que recordó el legado espiritual, educativo y humano de las hermanas y de su congregación en la vida de la parroquia y de la comunidad de Panguipulli.
Luego de la Santa Misa, se ofreció un concierto de la Orquesta Sinfónica, regalando a la comunidad un encuentro musical abierto, cercano y profundamente emotivo, que coronó la jornada de despedida y acción de gracias.

