Solemnidad de la Inmaculada Concepción congregó a la comunidad en una multitudinaria procesión por Panguipulli
En un ambiente de fe y profunda devoción mariana, la comunidad católica de Panguipulli celebró este lunes la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. La jornada comenzó en el Hospital Padre Bernabé de Lucerna, donde a las 19:00 horas se dio inicio a la tradicional procesión por las principales calles de la ciudad.

El recorrido avanzó por Sor Mercedes hasta Bernardo O’Higgins, continuando luego por Juan Pablo II, Avenida Gabriela Mistral y Pedro de Valdivia, dirigiéndose finalmente hacia el templo parroquial. Bajo el intenso calor de la tarde, cerca de un centenar de vecinos y parroquianos caminaron con fervor, rezando, cantando y agitando banderines azules y blancos en honor a la Madre de Dios.
La celebración recordó el misterio que la Iglesia proclama: que María fue preservada del pecado original para ser la morada digna del Hijo de Dios.

Durante la caminata, hubo momentos especiales de oración. Al pasar frente al SAR y al Cesfam de Panguipulli, los fieles elevaron súplicas por los enfermos de la comunidad y por todo el personal de salud que entrega su servicio con dedicación.

Más adelante, en el tramo de Pedro de Valdivia —zona marcada por el comercio local— se oró por los comerciantes y trabajadores, agradeciendo su esfuerzo diario para abastecer a la ciudad con cercanía y justicia.
A lo largo del trayecto, la comunidad rezó el Santo Rosario, creando un clima de recogimiento y unidad.

Al llegar al templo parroquial San Sebastián, la procesión se detuvo en la explanada para dar paso a un gesto especialmente emotivo: los niños de la catequesis familiar ingresaron primero al templo portando flores para la Virgen. Luego, la comunidad participó con gran solemnidad en la Santa Misa. Al finalizar la celebración, antes del canto final, los niños depositaron sus flores a los pies de la imagen de María, signo de amor y confianza filial.

La Parroquia San Sebastián agradece a todos quienes participaron de esta fiesta de fe y anima a la comunidad a seguir caminando juntos, de la mano de la Virgen María, hacia una vida cristiana más profunda y comprometida.

